Porque aquí simplemente, y realmente, soy yo misma.

sábado, 11 de febrero de 2012

He estado empezando a escribir una historia, la he empezado hoy. Parecia inspirada. Lo único que no tiene titúlo y creo que la voy a continuar... en principio sólo era la parte que está en cursiva, pero al final me he animado a escribir una historia, o por lo menos hasta que me aburre y lo deje. Allá va :

 
Se acerca. Oigo sus pasos aproximándose a dónde me encuentro. No, no quiero que me encuentre, esta vez. Por favor Oscuridad ayúdame. Trágame entre tus sombras. Hazme invisible a su vista. No dejes que me coja.
Sus pasos se paran delante de la puerta. Puedo oír como el sonido de su pesada respiración corta el silencio. No quiero, no quiero que me encuentre. Rezo en silencio a que se dé la vuelta, a que dé marcha atrás sobre sus pasos.
La tenue luz de fuera me avisa de la mano gruesa que se aproxima a coger el pomo. A girarlo y descubrir dónde estoy escondida. Intento acurrucarme en una esquina, alejarme lo más que puedo de la puerta. Empequeñecer mi cuerpo lo más que pueda. Esperar que no me vea entre la ropa y demás utensilios que hay por el suelo.
Suerte. Sólo me queda esperar tener suerte. Ojala esta vez se apiade de mí, sólo por este día… Noto como una lágrima se escapa y cae a mi camisón. Hacía tiempo que no pasaba. Hacía tiempo que no dejaba que esto así me afectase.
Se abre la puerta con fuerza, y el olor del alcohol y de sudor y ropa rancia inunda el pequeño armario dónde me encuentro escondida. No, no por favor que no me vea. Rezo en silencio y me agarro con fuerza mientras cierro mis ojos y empiezo a rezar en silencio.
Mi cuerpo empieza a temblar al notar como no sólo mi respiración se acelera, sino la de aquel que ha abierto mi escondite. No, por favor, que sea una pesadilla. Despierta, despierta.
Una mano me agarra con fuerza y tira de mí hacia fuera. Con tanta fuerza que sé que mañana tendré moratones. Caigo al suelo y no puedo evitar que un sollozo se escape de mis labios mientras me acurruco y espero que mis pesadillas se vuelvan realidad. Otra vez.
Noto como aquel olor tan fuerte, que tan bien he aprendido a conocer se acerca y me rodea. Me imbulle.Me traga. Odio ese olor, y sé que me va a acompañar toda mi vida. Formará parte de mí para siempre. Y sé que me perseguirá por siempre. Está grabado a fuego en mi memoria.
El terror más puro se apodera de mí, toma control sobre mi persona y lo último que escucho ántes de que todo sea oscuridad es el sonido del cinturón acercándose y una voz en mi oído que me susurra el día que es hoy. El día que se cumple mi pesadilla.
Feliz cumpleaños, hija.

 
Me despierto bañada en sudor. Estoy tiritando pero no siento frio, al contrario, siento que todo me arde. No, joder. No. Parece que he vuelto a tener la misma pesadilla. Siempre me persigue. En todos estos años siempre me ha perseguido la misma pesadilla… el mismo recuerdo. Siempre en las noches aparecen los mismos fantasmas. Aún sí piensas que es un buen día, que no hay razón para que una pesadilla de este tipo aceche tus sueños, éstas aparecen. No muestran piedad. No eres nada para ellas.
Aparto de un tirón las sábanas húmedas, las cuales se habían pegado a mi cuerpo y me aprisionaban. Me agobian. -Necesito tranquilizarme- Me digo a mí misma mientras me siento sobre la cama y pongo una mano sobre mi pecho, notando como mi corazón late rápidamente, demasiado rápido para mi gusto. Lo odio. Odio como puede seguir afectándome tanto. Como unas simples pesadillas pueden convertirme en esto. Cómo puedo volver a esto. A ser una víctima, aunque estas veces de un recuerdo…simplemente penoso. Mi situación es penosa. Yo soy penosa. Odio como me sigue afectando tanto, y eso que ya ha pasado mucho tiempo.
Respiro profundamente y me vuelvo a tirar sobre la cama, cerrando los ojos con fuerza. Pesadilla, es solo un pesadilla. He cambiado, la situación ha cambiado. Nunca más va a volver a pasar eso. Eso se acabó hace mucho tiempo -¿Pero por qué no lo supero?- Me pregunto al abrir los ojos y mirar el techo con una mirada perdida, totalmente centrada en mis pensamientos. En buscar el porqué de mis recurrentes pesadillas. Por qué no desaparecen, es más parece que cada vez se hacen más intensas.
Me sonrojo al ver que un sollozo se escapa de mis labios. Mierda, mierda, no quiero volver a eso. ¡Yo no soy más una víctima! No puedo ser tan débil como para dejar que una pesadilla, y una pesadilla recurrente, me afecte tanto. -Joder, ¿porqué soy tan débil?-Me pregunto mientras reprimo otro sollozo y aprieto fuertemente mis ojos, evitando que las lágrimas se derramen por mi rostro. No, no. No quiero volver a eso. -He cambiado, no soy mas una víctima. Nunca más.- Empiezo a repetirme una y otra vez, al principio con la voz débil, tomada por las lágrimas no derramadas y terminando en un susurro firme. Cogiendo confianza mientras repito estas palabras, aferrandome a ellas. Centrandome en ellas y apartando cualquier otro pensamiento que pueda rondar por mi mente.
Cuando abro los ojos de nuevo estoy totalmente tranquila, mi ritmo se ha ralentizado y ya puedo pensar con objetividad. No puedo dejar que las pesadillas me paralicen, que dominen mi vida. Tengo que seguir con ella,  ya no soy una víctima. ¿Pero porqué me cuesta tanto asumirlo? 
Vuelvo a incorporarme en la cama y me decido por darme una ducha y cambiarme de pijama, porque si bien ya me he tranquilizado, no puedo decir que no quedan restos en mi cuerpo o en la cama de las intentas emociones que me han embargado. De lo que ha provocado en mí, otra vez, esas pesadillas.
Cuando me levanto rapidamente de la cama noto como me tambaleo, como pierdo el equilibrio, y esto me enfada. Pero decido dejarlo pasar, me he de tranquilizar y seguir adelante. -El mareo además se pasa en un momento, sólo necesito ser paciente- Me digo hasta que puedo dar un paso sin tambalearme, y me dirigo hacia el baño, mientras dejo por el camino mi pijama. Lo único que necesito ahora es una buena ducha, refrescarme y decir adiós definitivamente a ese mal sueño.

[CONTINUARÁ....] I think xD

Volví

Ha pasado mucho tiempo... realmente quería dejar esto. Al igual que he dejado tantas cosas este último año, pero parece ser que no puede ser. Soy una adicta a escribir. Y el blog parece ser el único lugar en el cual puedo expresarme completamente, y de una forma totalmente libre. ¿Habeis provado la experiencia del fotolog? Me ha parecido interesante... pero la política nueva que impide escribir largos textos me ha hecho volver a esto.
Sí, he vuelto aunque no tenía pensado hacerlo.
Bien, empezaré poniendo algo que escribí anoche. Parece que ultimamente estoy escribiendo bien y todo. Sí, yo también estoy muy sorprendida  xD


<Como odio a las mujeres>

Sí, pero ante todo cómo nos amáis. Qué es lo que hacéis por nosotras, por sacarnos una sonrisa. Por vernos felices. Cómo nos odiáis porque sabéis que tenemos el poder de haceros totalmente desdichados. Dos palabras salidas de nuestros labios son capaces de hundiros, de llenaros de odio ,de hacer que lloréis como niños, de sentir un dolor en el corazón cómo nunca antes lo habéis sentido, de haceros pensar que es el fin. Tenemos la capacidad de haceros sentir vacios cuando no estamos, confusos, deprimidos, de enfadaros sin vosotros recordar exactamente el porqué. De haceros replantearos si realmente sois bipolares, si sois tontos, si sois ñoños, y miles de demás adjetivos utilizados para heriros. Sí, os cambiamos completamente a nuestro antojo y la mayoría de las veces sin darnos cuenta. 

Os llenamos de dicha cuando descubrís que vosotros, sí vosotros, sois los causantes de nuestra felicidad. Que vuestros detalles nos arrancan una sonrisa, que nuestras alabanzas os hinchan de orgullo. Que nuestra presencia os da seguridad. Nuestra confianza os da confianza en vosotros mismos. Por nuestra culpa estáis llenos de felicidad reprimida, os hacemos sentir cosas que antes no lo habías hecho y que os maravilla. Con dos palabras os podemos transformar completamente, podemos hacer que sonriáis como tontos, que os arméis de valor para hacer cosas antes ni pensadas. Que no os importe nada más que nosotros, que aquello que te hace feliz. Os hacemos sentir emociones tan fuertes que la mayoría de las veces no podéis comprender, pero de una forma extraordinaria. Os hacemos sentir que es vivir.

Sí, Nos odiáis y nos amáis profundamente, con pasión. ¿Acaso no es maravilloso? Os brindamos una oportunidad única dentro del sentir. Os ayudamos a comprender lo bello que es vivir.